|
Diálogo
de Nación
¿TRES PODERES?
Alberto
Mendoza Morales
Aristóteles enseñó que los gobiernos están
compuestos por tres partes: "una delibera sobre los negocios públicos,
otra ejerce magistratura, la tercera administra justicia". Desde
los albores de la República, Colombia organizó su estructura
de Estado, según la teoría de Montesquieu. La forman tres
poderes separados, legislativo, ejecutivo y judicial, de funcionamiento
coordinado. Jacobo Pérez en su "Derecho Constitucional"
destaca que "el principio de separación de los poderes está
íntimamente ligado con el problema de la libertad individual
y con el óptimo funcionamiento del Estado".
Montesquieu enseñó que "cuando el poder legislativo
y el poder ejecutivo se reúnen en una misma persona no hay libertad,
falta confianza, existe el peligro de que se hagan leyes tiránicas
y se ejecuten tiránicamente". Y diagnosticó, "todo
se perdería si el mismo hombre, la misma corporación de
próceres, la misma Asamblea del pueblo ejerciera los tres poderes
y dictara las leyes, ejecutara las resoluciones públicas y juzgara
los delitos y los pleitos entre particulares".
Tradición y funcionamiento han dado en el Estado colombiano primacía
al poder ejecutivo sobre el legislativo y relativa distancia con el
judicial. Ha sido costumbre que el poder ejecutivo "compre"
al poder legislativo. Lo captura dándole a senadores y representantes
auxilios, puestos, becas, consulados, embajadas y otras prebendas.
La realidad colombiana demanda un camino propio. Aquí se hace
necesario el reordenamiento del Estado comenzando por crear un cuarto
poder, el poder ético. Lo propuso El Libertador. Lo formaría
la unión, en un solo conjunto, de las instituciones de control
público, Procuraduría, Fiscalía, Contraloría,
Personerías, Veedurías y un órgano superior, independiente,
de control global, la Corte de Estado encargada de vigilar el cumplimiento
de la Carta constitucional.
La oportunidad, sin embargo, es más amplia. En Colombia hay un
Estado posible. Un Estado organizado como empresa pública de
utilidad social. El Congreso puede transformarse en un Consejo Directivo
de la Nación, cuerpo colegiado unicameral, formado por delegados
representantes de las regiones del país. El Presidente podrá
ser, a la vez, jefe de Estado y primer gerente ejecutivo del país.
Tres ministerios son suficientes, Relaciones Interiores (Gobierno);
Relaciones Exteriores (Cancillería); Defensa (Fuerzas Armadas):
Los demás son Secretarías que manejan las cuestiones económicas,
sociales y administrativas.
Este modelo de administración nacional tiene especial validez
si aceptamos organizar a Colombia como un Estado Regional Unitario y
nos preparamos para convocar la Asamblea Nacional Constituyente que
decrete el necesario cambio histórico. Lo demás, sillas
vacías u ocupadas, número de votos, etc, etc, son asuntos
insustanciales frente a los problemas que experimentamos. Estamos desafiados
a solucionarlos.
|
|
|